La creciente rentabilidad de los títulos de renta fija: El cambiante negocio de la reflación

Desde hace un par de meses, Candriam ha tenido en cuenta la recuperación económica global mediante el énfasis en las pequeñas y medianas capitalizaciones y en los sectores de valor, como los Bancos, y se ha posicionado para un futuro incremento de la curva de rendimiento. Nuestro escenario relativo a un repunte económico global, seguido de una auténtica recuperación, se está materializando y los recientes movimientos del mercado ponen el foco en nuestras convicciones de inversión. Esta primavera, los mercados financieros probablemente se verán influenciados por los próximos pasos en la lucha contra la pandemia.

En 2020, el hecho de ser flexibles y de gestionar de manera activa la cartera ha supuesto atravesar fases significativas de incremento y de reducción del riesgo. No obstante, los primeros meses de 2021 han puesto un mayor énfasis en los elementos internos del mercado en lugar de en la direccionalidad, lo que ha generado un incremento de la selectividad entre los temas de inversión. De manera clara, nuestras carteras incluyen una exposición a las megatendencias tradicionales con el fin de beneficiarnos de un crecimiento sostenible a largo plazo. La pandemia ha revelado que resultan útiles a la hora de construir una cartera resiliente – las soluciones medioambientales, la digitalización y el sector sanitario son nuestras convicciones temáticas más sólidas a largo plazo.

Otra parte importante de nuestra asignación de activos se orienta actualmente hacia el denominado negocio de la reflación. En resumen, el significado subyacente de este término consiste en beneficiarse al mismo tiempo de un incremento simultáneo en el crecimiento de la producción económica (la REcuperación) y de los precios (la inFLACIÓN). Se trata de un fenómeno típico en los meses posteriores a una recesión. Se debe subrayar que, al comienzo de anteriores recuperaciones, la rentabilidad de los títulos de renta fija siempre ha aumentado al tiempo que se reducía la aversión al riesgo. Al mismo tiempo se incrementan las preocupaciones acerca de la inflación, las restricciones de los bancos centrales y la emisión de deuda pública. El gráfico ilustra las dos patas de la “reflación”: la recuperación de los pedidos de fabricación y el alza de los rendimientos de los títulos de renta fija, que representan un espejo de presiones inflacionistas más altas.

Gráfico 1: Nuevos Pedidos de Fabricación ISM EEUU con respecto a los Rendimientos a 10 años

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Hasta la fecha, el ritmo rápido de la reflación en curso se puede explicar mediante los fundamentos. Desde noviembre del año pasado (anuncio de la eficacia de la vacuna de BioNTech/Pfizer), los inversores han registrado una serie de “buenas noticias” progresivas: en diciembre, la administración Trump lanzó un paquete de estímulo de 900.000 millones USD, seguido de un Congreso unificado en enero, lo que supuso un nuevo estímulo adicional. En febrero, se conoció que el paquete de alivio para el Covid de la administración Biden alcanzaría realmente el nivel máximo de los 1,9 billones USD propuestos. Como consecuencia de este paquete de estímulo más importante de lo que se consideró inicialmente, la mayoría de los escenarios económicos y de los objetivos de beneficio corporativo se está revisando actualmente al alza. Y también los objetivos de rendimiento de los títulos de renta fija.

Entonces, ¿cuáles serían los próximos pasos que los inversores deben considerar en la lucha contra la pandemia? Cassandra podría señalar el fin de una serie de sorpresas positivas graduales. Pero un examen más cercano de los indicadores económicos revela que todavía se debe resolver la gran diferencia entre los servicios y la fabricación, puesto que esta última ya se ha empezado a beneficiar de la recuperación económica. El gráfico muestra que actualmente estamos siendo testigos del “spread” (diferencia) más significativo del último cuarto de siglo entre estas dos partes de la economía en la zona euro (con la excepción de la fase de confinamiento más estricto de marzo y abril del año pasado).

Por lo tanto, el negocio de la reflación puede pasar a la siguiente fase a medida que se reabra la economía. Los ahorros acumulados de los consumidores respaldarían una recuperación del gasto sensible al Covid-19, desencadenando un circuito de realimentación para la recuperación económica. El impacto de los anuncios de la hoja de ruta para la reapertura realizados por Boris Johnson el 22 de febrero sobre el valor de mercado de EasyJet, Ryanair, TUI o Jet2 son un ejemplo que ilustra la demanda acumulada en materia de viajes y de ocio.

Si el gasto total en bienes y servicios tras el Gran Confinamiento alcanza niveles por encima de los registrados tras la Crisis Financiera Global, prevemos que el tema de la reflación se intensificará. En el extremo corto de la curva de rendimiento, un indicador importante que se debe monitorizar será si la mediana de la previsión de datos de puntos FOMC para el tipo meta de los Fondos Fed a más largo plazo (a saber, post-2023) se revisará al alza con respecto al actual 2,50%. A medida que la economía de servicios se reactive, no se puede excluir otro movimiento alcista en los rendimientos de los títulos de renta fija a más largo plazo. En este caso, los temas de inversión de Valor / Reapertura / Cíclicos probablemente lograrán una rentabilidad superior a los temas de Crecimiento / Quedarse en Casa / Defensivos.

Gráfico 2: PMI de Servicios de la zona Euro con respecto al PMI de Manufactura

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