¿Es imparable la revolución de la Inteligencia Artificial (IA)? A la velocidad del rayo, la IA está reconfigurando las industrias, desbloqueando valor económico, impulsando un impacto medioambiental positivo, ayudando a abordar los retos sociales y, además, ofreciendo atractivas oportunidades de inversión. Sin embargo, la IA también introduce un nuevo mundo de riesgos y complejos retos de sostenibilidad que los inversores deben aprender a sortear.
La adopción de la IA es extremadamente rápida. Según McKinsey & Company, el 78% de las empresas ya están aprovechando la IA, y OpenAI informó de más de 500 millones de usuarios semanales a principios de 2025, como señala CNBC [1].
Las inversiones públicas y empresariales en IA están aumentando, lo que impulsa el crecimiento del mercado de la IA. Valorado en más de 130.000 millones de euros en 2023, se espera que el mercado alcance casi 1,9 billones de euros en 2030, según Statista[2].
Más allá de su potencial de rentabilidad y aumento de la eficiencia, La IA se está convirtiendo en una herramienta estratégica para el desarrollo sostenible. Contribuye a la acción por el clima, a través de la agricultura inteligente o la reducción de emisiones, a la preservación de la biodiversidad y el desarrollo social integrador, a través de la educación, por ejemplo.
A medida que la IA se integra más en todos los sectores, los riesgos de sostenibilidad asociados (medioambientales, sociales y de gobernanza) también se hacen más complejos y urgentes. Estos riesgos pueden tener importantes repercusiones negativas en el valor de la cartera de los inversores, el medio ambiente y la sociedad en general. Uno de los problemas más acuciantes es el elevado consumo de energía y agua de los centros de datos de IA.
Los inversores que deseen aprovechar las ventajas de la IA deben descubrir e integrar estos riesgos en sus decisiones de inversión. El análisis de sostenibilidad puede ser una herramienta útil para ello. Mediante la realización de evaluaciones exhaustivas de sostenibilidad, los inversores pueden conocer a fondo los riesgos y oportunidades inherentes a las inversiones relacionadas con la IA. Este planteamiento contribuye a garantizar que las inversiones no sólo sean rentables, sino también sostenibles y socialmente responsables.
[1] Fuente: CNBC, marzo de 2025
[2] Fuente: Inversión en IA: Indicadores de la UE y mundiales, Servicio de Estudios del Parlamento Europeo, marzo de 2024
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