COP28: cuenta atrás para las ambiciones climáticas

Con motivo del inicio de la COP28 a finales de mes en Dubai, estamos muy atentos a este acontecimiento tan esperado, aunque con expectativas encontradas.

Es casi demasiado tarde para los +1,5 °C: última oportunidad para cumplir lo prometido.

Esta COP es extremadamente importante, ya que en ella se hará balance por primera vez de las acciones climáticas emprendidas a nivel mundial por todos los gobiernos desde el Acuerdo de París. Por desgracia, la principal conclusión de esta evaluación ya es conocida: no estamos ni cerca de los avances necesarios. El calentamiento global a largo plazo se sitúa actualmente cerca de +1,2ºC en comparación con la época preindustrial, y el mundo va camino de alcanzar aproximadamente +2,5ºC de calentamiento en 2100[1], incluso con los compromisos actuales para frenar las emisiones. Según la ONU, el margen para mantener el objetivo de +1,5 °C se está "estrechando rápidamente". Aquí no hay nada nuevo, ahora la verdadera pregunta que se plantea esta COP es: ¿cómo responderán los gobiernos a esta dura evaluación?

Por desgracia, hay opiniones divergentes sobre las respuestas que pueden aportarse. Hay que abordar varios temas candentes: el estatus de los combustibles fósiles, las "responsabilidades comunes pero diferenciadas" y, en consecuencia, el papel de los países desarrollados en el apoyo a los países en desarrollo. Un año más, la cuestión de las "pérdidas y daños" ocupará un lugar destacado en el orden del día, junto con la necesidad de precisar los contornos y el funcionamiento del Fondo de Pérdidas y Daños creado en la COP27, cuestiones que siguen siendo principalmente políticas.

 

Qué se necesita: pisar el acelerador (derecho)...

¿Qué tipo de noticias positivas y avances esperamos de esta COP? Aunque no hay que dar nada por sentado, creemos que un compromiso conjunto y cuantificado sobre la aceleración del despliegue de las energías renovables podría ser un paso adelante realista, y hacer del evento un éxito relativo. El objetivo es claro y sencillo, debemos  triplicar la instalación de energías renovables de aquí a 2030, como recuerda la Agencia Internacional de la Energía. Mientras que el despliegue de la energía solar fotovoltaica avanza casi en línea con un escenario neto cero, el último año ha sido más complicado para la eólica en un contexto de inflación de costes y subida de tipos. Cualquier indicio de los gobiernos sobre un refuerzo de sus compromisos con las renovables sería un detonante positivo para la industria y la transición. También es primordial acelerar el despliegue de las energías renovables en los países en desarrollo (más allá de China), lo que plantea una vez más la cuestión de la financiación.

Está claro que, debido a su ubicación y al contexto geopolítico actual, el sector energético ocupará un lugar central en Dubai. Fuentes cercanas al evento indican que es probable que se haga hincapié en la descarbonización de las operaciones (alcance 1 y 2). 2) y no en las emisiones indirectas, que son mucho más amplias (sobre todo las derivadas de la quema de combustibles fósiles: ámbito 3, "uso de productos vendidos"). Seamos claros: no habrá abandono de los combustibles fósiles si no abordamos las emisiones de alcance 3. Además, no habrá una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero si no se abandonan los combustibles fósiles. Esto es un hecho científico. Es esencial situar las emisiones de alcance 3 en el centro del debate para centrarse en alternativas creíbles a los combustibles fósiles (energías renovables, soluciones de movilidad eléctrica), y no en el mero desarrollo de una visión altamente tecnológica que tiende a limitarse a capturar y compensar el carbono.

 

... antes de que la puerta se cierre sobre nosotros

El IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) no deja de repetir que alcanzar los objetivos climáticos exige "cambios drásticos". Ya es hora de que la COP sirva de faro en esta transición y consiga abordar el tabú de un futuro que ya no es fósil. Pero no nos equivoquemos en las expectativas sobre lo que deben conseguir las COP, que siguen siendo actos diplomáticos. Como empresas e inversores, ya tenemos en nuestras manos la mayoría de las respuestas y soluciones. La gran mayoría de las tecnologías necesarias para reducir a la mitad nuestras emisiones de CO2 de aquí a 2030 ya existen y, en su mayoría, ya son competitivas. Así que, independientemente de lo que se consiga o no en la COP28, la única manera de mantener vivo el Acuerdo de París es acelerar la reasignación de capital y financiación de los combustibles fósiles a las energías limpias. Ni mañana, ni en 2030. Ahora.

 

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[1] Fuente: Informe de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, noviembre de 2023

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Alix Chosson
Lead ESG Analyst – Environmental Research & Investments
Es esencial situar las emisiones de alcance 3 en el centro del debate

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