2022 fue un año histórico para la política monetaria, en el que los bancos centrales pasaron de apoyar el crecimiento a controlar la inflación. Como resultado, los mercados se hundieron en medio de elevados niveles de correlación entre clases de activos, lo que podría cuestionar el atractivo respectivo de la renta variable frente a la renta fija. Además, las estrategias alternativas tienden a beneficiarse estructuralmente de un contexto de tipos altos. ¿Ha llegado el momento de revisar la tradicional cartera 60/40?