Cinco razones para invertir en el mercado oncológico

El panorama de la inversión evoluciona en un contexto de creciente incertidumbre económica y cautela en los mercados, complicado aún más por las tensiones geopolíticas y las próximas elecciones. En este contexto, es probable que el sector sanitario, tradicionalmente defensivo, atraiga el interés de los inversores. A medida que retroceden los retos planteados por el punto álgido de la pandemia, surgen nuevas oportunidades, sobre todo en el campo de la oncología, que está experimentando un rápido desarrollo.

He aquí cinco razones de peso para plantearse invertir hoy en el mercado oncológico:

1. Prosperar en un mercado defensivo:

Históricamente, el sector sanitario ha mostrado un crecimiento estable de los beneficios con escasa sensibilidad al entorno macroeconómico. A medida que cambie la tendencia económica, es probable que el carácter defensivo de la atención sanitaria resulte potencialmente más atractivo para los inversores que buscan estabilidad. Los datos históricos del sector sugieren que las empresas biotecnológicas tienden a tener un comportamiento favorable durante los periodos de recortes de  tipos de interés de la Reserva Federal, aunque el rendimiento de cada empresa puede variar[1].

2. La innovación enciende el crecimiento:

La oncología tiende a ser una potencia en la atención sanitaria, ya que es el área terapéutica más grande. Se prevé que crezca a un ritmo anual del 15% hasta alcanzar los 440.000 millones de dólares en 2028[2]. Este fuerte crecimiento está impulsado por una amplia reserva de nuevos fármacos prometedores y la creciente demanda de tratamientos personalizados. Los inversores que busquen exposición a los avances más revolucionarios encontrarán un terreno fértil en el mercado de la oncología.

3. El impulso de las fusiones y adquisiciones:

El mercado de la oncología sigue siendo la principal área terapéutica para las fusiones y adquisiciones[3]. Este flujo de operaciones es indicativo del inmenso potencial y el valor estratégico que los actores establecidos ven en el espacio, ya que el crecimiento exponencial de la demanda podría ver un flujo constante de nuevos activos llegar al mercado, proporcionando posibles oportunidades de acuerdos a para las empresas biofarmacéuticas que buscan reponer los flujos de ingresos perdidos en previsión de la inminente expiración de patentes. Los inversores podrían aprovechar esta tendencia centrándose en empresas bien posicionadas como objetivos potenciales.

4.Valoraciones atractivas en todo el espectro:

Mientras que el mercado en general puede enfrentarse a problemas de valoración, el sector oncológico tiende a presentar una oportunidad. Las empresas de dispositivos y las pequeñas empresas de biotecnología resultan especialmente atractivas.

5. Las tendencias a largo plazo se mantienen inamovibles:

Los motores fundamentales del mercado oncológico se mantienen firmes. A medida que la población mundial envejece y las enfermedades relacionadas con el estilo de vida se hacen más prevalentes, la demanda de terapias eficaces contra el cáncer no hará sino aumentar. Esta historia de crecimiento a largo plazo proporciona a los inversores una base sólida para sus decisiones de inversión.

Los vientos en contra de la inversión en la época de la pandemia, como la elevada base de comparación, los problemas temporales de la cadena de suministro y el descenso de la producción de vacunas, empiezan a desvanecerse. Aunque los avances tecnológicos de los últimos años se incorporarán sin duda al futuro de la atención médica, los principales motores del mercado oncológico -el envejecimiento de la población y la innovación continua- volverán a ocupar el centro del escenario a medio plazo. Esto podría ser una oportunidad para que los inversores se posicionen para el éxito a largo plazo en este sector dinámico que salva vidas.